Fernando, “El Cartero”, se ha jubilado. ¿Cuánto le
queda a este?
El correo epistolar va a menos, se limita en su mayoría
a información comercial, publicidad, avisos de bancos, recibos de luz agua e
impuestos, y alguna que otra mala noticia más.
El correo electrónico, los SMS y demás sistemas de
nueva tecnología están terminando con esas cartas largas y profundas de buenos
y malos deseos, de felicitación y necrologicas y las clásicas de amor y
desamor. En fin, es el progreso. ¿Cuánto le queda a este?
Hace tiempo leí este poema de Miguel Hernández y lo
traigo como acompañamiento y homenaje a las cartas que ya no se escriben a
mano, ni se mandan por correo normal.
CARTA
– Miguel Hernández
El
palomar de las cartas
abre su imposible vuelo
desde las trémulas mesas
donde se apoya el recuerdo,
la gravedad de la ausencia,
el corazón, el silencio
Oigo
un latido de cartas
navegando hacia su centro.
Donde voy, con las mujeres
y con los hombres me encuentro,
malheridos por la ausencia,
desgastados por el tiempo.
Cartas, relaciones, cartas:
tarjetas postales, sueños,
fragmentos de la ternura
proyectados en el cielo,
lanzados de sangre a sangre
y de deseo a deseo………….
1 comentario:
Siempre nos quedará algún que otro Bárcenas repartiendo sobres...
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