Todo empezó evocando a la Fuente Grande, el orgullo de todos los Caudeteños. Terminaremos esta etapa reseñando la evolución de la Fuente Chica, la más robusta, la más sana, la única que conserva sus facultades primitivas intactas.
Seguramente el haber mantenido su primera posición y estructura sin grandes alteraciones, hace que conserve su caudal, mas o menos constante y sin grandes problemas. Esta data de 1911.
Por lo que podemos observar en las fotografías de distintas épocas, las reformas han consistido básicamente en adecentar y embellecer el frontis, acondicionándolo por el paso del tiempo, añadiéndole algunos azulejos y un retablo de cerámica de la Virgen de los Desamparados. Todo ello sin modificar la posición y número de caños, seguramente este es el motivo de su buen estado actual.