viernes, 19 de junio de 2009

VICENTE FERRER



Me gustaría hacer simplemente una mención en memoria de esta persona, persona a la que admiro tanto. Seguramente ahora estará junto a su dios, al cual tan bien ha representado en la tierra.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que Dios le acoja y gracias por su legado en esta tierra.

Anónimo dijo...

Si ese Dios no acoge a este hombre, que se pongan en remojo toda la curia romana.

Beatriz dijo...

Magnífica persona, muchos de los que estamos aquí en este mundo de paso deberíamos aprender de personas tan buenas y tan desinteresadas.
Esperemos que su ejemplo cunda entre todas las personas de este mundo.
Que el Señor lo acoja en su seno y descanse por siempre entre sus brazos.

Carolina dijo...

Hola a tod@s:

Hace poco más de dos meses compré un libro sobre la vida de Vicente Ferrer. Iba oyendo la radio y me llamó la atención la voz de su esposa que desde el hospital donde estaba ingresado el misionero, parecía estar presentando lo que son las memorias escritas por ambos (aunque hayan salido de la mano de Anna).
Desde su visión personal pero compartida con Vicente, relata el pacto de amor entre un hombre y una mujer y de ellos dos con el mundo. Es la maravillosa historia de un matrimonio que parecía imposible y de un milagro de prosperidad y esperanza en una de las regiones más pobres de la India.
Los caminos de Anna y Vicente se cruzaron en la India en 1968. Por aquel entonces, la joven Anna buscaba todavía su sitio en el mundo y el misionero Vicente Ferrer ya luchaba a brazo partido por los más necesitados. Les esperaba Anantapur, donde sólo había polvo y miseria; hoy allí se levantan hospitales, escuelas, se trabaja a favor del desarrollo de la mujer y de las personas con discapacidad, se cultivan los campos y se construyen viviendas para los dálits y los grupos tribales.
El libro titulado "Un pacto de amor". Mi vida junto a Vicente Ferrer, es la memoria de una vida dedicada a los demás: de un pacto de amor entre Anna, Vicente y el mundo.La editorial que lo publica es Espasa.
Hoy al enterarme de su muerte he recordado las palabras de la esposa que le ha acompañado en el hospital durante todo este tiempo: "Vicente cayó enfermo el mismo día que salió a la venta el libro. Lo leímos juntos en el hospital y él me dijo que la traducción hecha al español no desmerecía en nada mis palabras escritas en inglés". Daba por tanto su aprobación al libro del que os hablo.
Seguro que Vicente, en boca de su mujer, ha dejado un gran legado en este libro y por supuesto en todo aquél que ha tenido el placer de conocerle.
¡Así da gusto hablar de las PERSONAS!
Un saludo. Carolina