“...Y A VECES, VENUS…”

Todos los que me conocen, saben que repito con cierta asiduidad eso de que “yo no soy ni de ciencias ni de letras”, “lo mío es la línea, la proporción, la armonía, el color etc.”.
Pero no dejo de considerar que resolver una ecuación matemática o componer un poema es una verdadera obra de arte.
Por ello voy a intentar mostraros algunos trabajos de gente de la zona, que con su pluma u ordenador, relatan cosas como ésta.

SIN MIEDO

No tengo miedo a caminar,
mi horizonte está más claro,
hoy la noche no me asusta,
sé que las estrellas me protegen,
mi vida se tiñe de colores.
Anoche soñé y al despertar estabas tú.

Las locuras se viven entere dos,
no te puedes negar a mi ternura,
no temas cuando alguien te ofrezca una mano,
tienes la suerte de cara, no andes insegura,
no sirve de nada tenerle miedo al amor,
mi mirada está llena de dulzura y es para ti.

Sonríeme pero con seguridad,
déjate llevar por mí,
para eso guarda tus dudas en un rincón.
La suerte se desnuda ante ti,
mi abrazo solo quiere protegerte,
me pide tranquilidad,
necesito saber que le vas a perder miedo a mi amor.

Vive día a día pero no temas,
estoy aquí para lamer tus heridas.
Cuando la oscuridad te aplaste, a tu lado estaré yo.
El día que te sea imposible caminar, toma mi mano,
no dudes en venir a mí en busca de valor.

Nunca es tarde para sentir amor,
déjate guiar por lo que dicta tu corazón,
no dejes que el miedo te venza,
pelea contra ese que se opone a tu felicidad,
lo peor es cuando ese alguien eres tú mismo.

Camina con seguridad,
que la vida te ofrece una oportunidad;
no la desaproveches por culpa del pánico.

Para los Caudeteños bastara decir que se trata de un poema de Maria José, un poema de su libro “… Y A VECE, VENUS…”

Para el resto del mundo decir que este poema es uno de los cincuenta que Maria José Solaz Viana, joven Caudeteña, nos regala en el libro citado, en el que nos da una lección de sensibilidad, amor, coraje y sobretodo de valentía, una de la cualidades que mas admiro.
El haber escogido este poema no es por casualidad, este libro tiene la virtud de poder ser releído de vez en cuando y según el tiempo pasado o estado de ánimo en el que te encuentras vas haciendo nuevas lecturas en sus escritos.
Este poema se lo dedico a los últimos “comentaristas” que me han visitado en el Blog y a los que les digo desde aquí, que por mi parte la cuestión del “Miedo” queda zanjada.
Y como no tuve ocasión en su día, aprovecho la ocasión y agradezco a Maria José éste su trabajo.